ANILLOS DE SATURNO EN ESTUDIO
Entre los numerosos enigmas que rodean al planeta
Saturno parece que uno ya está resuelto. Un equipo de investigadores de
Japón postula que uno de los anillos del gran planeta, el anillo F, es
una consecuencia de una colisión de partículas de hielo y rocas.
Los investigadores de la Universidad de Kobe,
Japón, llegaron a esta conclusión tras unas pruebas de simulación por
ordenador de las múltiples colisiones de los pequeños satélites
naturales situados fuera de los principales anillos de Saturno.
Si los satélites tienen núcleos densos y se encuentran en determinado
ángulo, la colisión podría generar tres anillos de partículas. Los dos
anillos exteriores del planeta desaparecen como resultado de la
evolución, y el último anillo estrecho podría dar vida a nuevas lunas o
formar parte de cuerpos celestes existentes, según el resumen publicado
en la revista 'Nature Geoscience'.
Los anillos de Saturno son un sistema de anillos
planetarios observados por primera vez en julio de 1610 por Galileo
Galilei. El anillo F está situado a 3.400 kilómetros del borde exterior
del sistema principal de anillos, representa un débil anillo de
partículas de hielo y está acompañado por sus 'lunas pastoras', Prometeo
y Pandora.
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